Dedicatoria...

Ventana mágica, una entrada a un mundo de fantasía que siempre estará abierta, para que en ella vivas los sueños que creas imposibles de lograr.
Mientras creas que el puente más hermoso entre tu mundo y el mio es el arco iris, que el sol sonrie y que en la luna se esconde la hermosa Señora, mientras veas en la cascada la cabellera de la dama y que las nubes son de algodón. Siempre estara viva la ilusión.
Ventana mágica esta dedicada a ese niño especial... a José Manuel a Vanessa Carolina y sobre todo a mis sueños y a esa niña que llevo por dentro.
María Lasalete Marques ®

sábado, 13 de junio de 2009

La Princesa Sol y el Castillo de la Luna de Sueños

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Durante años, siempre existió el mito que la Luna escondía en su interior, la figura de una Dama.
Lunas que menguaban, muchas veces se inflaba de Amor para esparcirlo en forma de estrellas, en ocasiones, juega al escondite mostrando sólo una cuarta parte de ella.
Los hombres, siempre han querido descubrir sus mil secretos sin éxito alguno.
Pero detenida la mirada en su exterior, en sus formas y carencias, mirándolas con los ojos de un científico solo alcanzan a verla como un satélite que gira alrededor de La Tierra.
Cierto día Vanessa le comento a su Abuela, que quería alcanzar la Luna, para descubrir el misterio que encerraba su hermoso castillo.
Su abuela, sorprendida, le hizo mil preguntas, y a cada una Vanessa de una manera muy especial le respondía.
Pareciera que esa niña veía algo diferente a lo que solemos ver los adultos, ella contaba los días por las lunas, a cada cambio presentía su llegar, contaba los meses incluso a través de la Luna.
Demasiado inquieta vivía la Abuela. Hasta que un día en una de esas noches en que el calor agobia el cuerpo, sentadas ambas en el porche de la casa, con un cielo estrellado, sentían la brisa que descendía de las montañas.
Vanessa llamo a la abuela levantándole de la mecedora muy de repente, Vamos abuela vienen por nosotras.
Boquiabierta la abuela, le pregunto a Vanessa, quien venia por ellas-
Abuelita el rey del Castillo de los sueños de Luna.
La abuela seguía sin entender nada. Pero Vanesa no vacilo, tomo la mano de la Abuela y la llevo frente a un árbol que tenía enfrente.
De pronto se oyó como un trueno, y el cielo se nublo de una densa neblina muy extraña. De entre ella broto una escalera, que sin evasiva Vanessa comenzó a subir, no soltaba la mano de su abuela, y ambas comenzaron a ascenderla.
Al mirar atrás la Abuela se percato que aquella escalera comenzaba a difuminarse, tomo a Vanessa entre sus brazos y corrió hacia lo alto.
Al llegar a la cima quedo sorprendida, con el universo que contemplaba, Vanessa, pidió a su abuela que la colocara en el suelo.
La abuela aún no despertaba de su admiración, la bajo, y Vanessa comenzó a correr hacia el castillo.
Era hermoso el castillo, sus jardines, sus montañas, sus lagos, el aroma fresco, el soplo de viento era diferente, cálido y sutil.
El tiempo parecía detenerse en algarabía. Era como desear permanecer en ese decanto de armonía.
No se del tiempo que transcurrió en que ambas recorrieron cada lugar del castillo, no se con quien pudieron conversar, la sonrisa del regreso a casa estaba llena de luz y color .
La abuela jamás fue lo que era, jamás dejo de sonreír cada vez que miraba a lo alto, como si ella al igual que Vanessa avistara algo más allá de lo que solemos mirar.
Cuando le pregunte como fue su experiencia en ese Castillo, sólo me contesto que cerrando los ojos, volando al cielo podría encontrar la escalera para llegar allá-
Creo que deberíamos cerrar nuestros ojos para hallar esa escalera que nos ascienda al castillo de la Luna de Sueños.
María Lasalete Marques ®

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Orgullosa de Ser Venezolana...Tierra de Gracia y Bendecida por Dios.

Quien cuando niño, no tejió universos de cristal, miro las nubes como algodones en el cielo, al sol le dibujo una amplia sonrisa, no le puso alas al corazón.

Como si fuera una mariposa que aletea, en cada amapola del jardín. Se maravillo de las crisálidas que aspiran abrir sus alas y volar al cielo.

Quien al mirar a un niño, no recuerda su corazón inquieto ante el primer día de clase, sintiendo su corazón volar cuando sale al patio del recreo, y tras la columna comienza a mirar aquella princesa, o príncipe a la que quiere dar su primer piquito, o tomarle de la mano.

El Amor va floreciendo en el corazón de cada ser, desde que nace hasta el instante mismo dónde sus ojos cierran.

Ventana Mágica, es tuya y mía, sin dejar de ser la ventana de ellos, por la cual deseo que miren cada mañana y que pinten sus sueños de lo posible.

Pues cuando muera en el adulto el niño interior, la vida tan sólo no tendrá sentido, ni razón de existir.

En esta ventana despierta, al asomomarse a ella el mundo capaz en que ambos podemos estar sobre ella, como si en un diálogo nos dijéramos de sueños anhelados.

Y así cual dos enamorados, amar la vida que se transforma en el marco de madera dónde podemos transitar libremente de la fantasía a lo que llamamos realidad.

Yo diseño sueños, de ti quiero las acuarelas, de sus manos pretendo la inocencia de pintar el sol de azul y las nubes de amarillo.

Mientras tú y yo vemos un enorme misterio en el Amor, para ellos el amor es la parte vital de su esencia.

Una ventana para soñar, un arco iris como puente entre mi mundo y el tuyo, manantiales que brotan de los girasoles, campanas que suenan, árboles que extienden sus brazos para acariciarnos bajo su sombra, y desprenden sus raíces convirtiéndolas en pies, para correr junto a mi.

Lluvia cual manantial de cielo que se une jubilosa en una danza recostándose en forma de rio, deja que mis estrellas bailen en estas páginas, dándole color a los días en mi lienzo de la noche.